ACTIVIDADES
PARA MOTIVAR Y MOVILIZAR
Para iniciar el proyecto, utilizamos la sorpresa como
recurso emocional, captando la atención del alumnado mediante “la mesa del
desafío”. Al entrar en clase, encontraron diversos objetos: algunos
vinculados directamente al nuevo proyecto y otros ya conocidos de proyectos
anteriores. Esta selección despertó su curiosidad.
A continuación, aplicamos la rutina de pensamiento “veo,
pienso y me pregunto”, que favorece la observación, la reflexión y la
formulación de preguntas. Las cuestiones que surgieron sirvieron como base para
definir los hilos conductores del proyecto.
Después, elaboramos la portada y el índice del porfolio. Se organizaron los equipos de trabajo, asignando roles a través de un plan de equipo. Inauguramos una nueva sección titulada “¿Qué tengo que mejorar de mi porfolio?”, en la que, tras cada revisión, les anotaba sugerencias para mejorar en la siguiente entrega.
ACTIVIDADES
PARA ACTIVAR Y RECORDAR
Para activar conocimientos previos, realizamos la
dinámica “Haz memoria”, una batería de preguntas guiadas que ayudó al
alumnado a recuperar conceptos clave, consolidando así lo aprendido
anteriormente como punto de partida para este nuevo proyecto.
Una vez activados los saberes previos y aclaradas posibles ideas erróneas, avanzamos con la siguiente fase del trabajo.
ACTIVIDADES
PARA EXPLORAR Y COMPRENDER
Comenzamos la exploración del tema con juegos
manipulativos que permitieron verbalizar y asimilar conceptos fundamentales.
Paralelamente, iniciamos un registro de vocabulario clave, añadiendo
términos nuevos para reforzar la ortografía y familiarizarnos con ellos de
forma lúdica.
ACTIVIDADES
PARA ESTRUCTURAR
Incorporamos contenidos nuevos mediante lecturas
compartidas sobre el Universo y su formación. Para trabajar la realización de esquemas,
implementamos una nueva metodología: primero, leían el texto individualmente;
después, lo comentaban en pequeños grupos; posteriormente, lo debatíamos en
gran grupo. A continuación, realizaban el esquema sin consultar el texto,
tratando de evocar lo aprendido, y finalmente lo completaban con la información
revisada.
Cada día, uno de los alumnos o alumnas exponía su
esquema al resto de la clase. Esta misma dinámica se aplicó al estudio del
Sistema Solar, la Tierra y su satélite natural, la Luna. Utilizamos rúbricas
tanto para la elaboración de esquemas como para las exposiciones orales.
En Educación Artística (área de Plástica),
desarrollaron un proyecto cooperativo: un grupo representó el Universo y sus
componentes, otro el Sistema Solar y otro la Tierra con sus capas. Cada grupo
investigó, elaboró un borrador informativo y lo presentó al resto de la clase.
Las exposiciones fueron coevaluadas por los compañeros y también se practicó la
autoevaluación, identificando aspectos de mejora. Además, utilizamos una
rúbrica de trabajo cooperativo para valorar la participación individual dentro
del grupo.
Iniciamos un maratón lector con libros relacionados
con el tema. Cada alumno/a leyó un título distinto y, una vez finalizado, lo
intercambiaba con otro compañero. El objetivo era que todos leyeran los diez
libros seleccionados. Por cada dos libros leídos obtenían un punto para su pasaporte
lector, que también contaba para los cinco libros obligatorios del
trimestre.
Vimos vídeos temáticos que luego comentamos en clase,
y quedaron disponibles en Moodle para su revisión en casa.
En el área de Lengua, se realizaron comprensiones
lectoras sobre la biografía de la perra Laika y del astronauta Pedro Duque.
Estas sirvieron de modelo para redactar biografías de Valentina Tereshkova
(primera mujer astronauta) y de Ellen Ochoa (primera astronauta hispana).
Posteriormente, trabajamos de forma cooperativa el género de la entrevista:
elaboramos las preguntas y, con ayuda de la Inteligencia Artificial, simulamos
una entrevista a Neil Armstrong. Evaluamos los textos con la rúbrica de
escritura creativa. También resumimos un texto sobre la carrera espacial.
Creamos un minilibro de la Tierra, que leímos y comentamos previamente. Estudiamos rocas y minerales, observando y manipulando muestras reales, algunas de las cuales estaban en la mesa del desafío, que fue ampliándose.
Llevamos a cabo dos destrezas de pensamiento “compara
y contrasta”: una sobre los movimientos de rotación y traslación, y otra
sobre las diferencias entre roca y mineral.
Realizamos una metacognición intermedia para
reflexionar sobre nuestro proceso de aprendizaje hasta ese momento. También
empleamos la rutina “Antes sabía y ahora sé” para comparar conocimientos
previos y adquiridos, fomentando el autoconocimiento y la reflexión.
Exploramos los paisajes y climas del planeta Tierra mediante mapas y esquemas, utilizando la misma metodología ya descrita.
Para celebrar el carnaval escolar, nos disfrazamos de la temática de nuestro proyecto.
ACTIVIDADES
PARA APLICAR Y CREAR
El momento culminante del proyecto fue una exposición pública en el mercadillo del pueblo, donde mostramos todo lo investigado sobre el Universo, el Sistema Solar y la Tierra. Elaboramos un guion con la información recogida y ensayamos la presentación en clase. Tras el evento, reflexionamos sobre los puntos fuertes de la actividad y las mejoras posibles para futuras ocasiones.
ACTIVIDADES
PARA CONCLUIR Y EVALUAR
Para cerrar el proyecto, realizamos una metacognición
final. El alumnado completó una diana de autoevaluación y valoró su porfolio
mediante una rúbrica específica.
Con el fin de enriquecer la evaluación formativa,
aplicamos dos pruebas con Plickers, una con Kahoot, dos exámenes tipo test y
dos pruebas de preguntas cortas.
Finalmente, dimos forma definitiva a nuestro porfolio, reflejo de todo el proceso vivido.